Guía de Supervivencia pre-Erasmus

  Con abril han llegado también las adjudicaciones de las plazas Erasmus de algunas universidades, así que aprovechando que ya me están llegando los primeros correos preguntando sobre la estancia aquí en Milán, escribo esta entrada con alguna información sobre el día a día, convivencia y demás ¡Espero que os sirva de ayuda!

  Primero y más importante: en Milán no hay Bravas. Una vez conoces esta dantesca realidad (a la que nunca he hecho mención creo) podemos pasar a otros aspectos banales.

  Alojamiento y Convivencia:

  Una vez constatada esa dantesca realidad, quizá uno de los aspectos que quite más el sueño sea la estancia. Si habéis ido siguiendo el blog sabréis que hasta al poco de llegar no tenía un sitio fijo y cerrado en el que hospedarme (si no habéis ido leyendo las entradas os habéis perdido horas de diversión sin perdón de Dios), así que os recomiendo muy insistentemente que el tema del alojamiento lo resolváis cuanto antes, y ello comienza teniendo que decidir entre dos opciones: piso o residencia. 

  Cada uno te contará una historia diferente y te transmitirá su experiencia, así que realmente hasta que no hayas vivido la experiencia no sabrás si te arrepientes o no de la elección. Como sabrás (o deberías al menos) yo vivo en un piso, y la verdad es que no me arrepiento para nada de haberlo elegido así. En cualquier caso, intentaré escribir a continuación un resumen con información de utilidad con todo lo que he ido viendo a lo largo de este tiempo en Milán:

  Respecto a las residencias, a primeras lo que te puedo decir es que por regla general el pago mensual es comparativamente más alto (aprox. >400€ compartida) que el del piso, pero incluye servicios como limpieza cada X tiempo, internet (algunas veces bastante malo según me han contado), gimnasio y piscina (si tienes mucha suerte),... y otros básicos como luz, agua y calefacción (no me falta nada, aquí en las residencias la comida NO está incluida). El tema de cocina ya depende de cada una, por ejemplo mientras que en la residencia Galileo hay una cocina por planta, en Martinitt es sólo una para todo el campus (locura), y después hay casos como el de la Monneret (muy nueva) en el que algunas habitaciones/apartamentos tienen su propia cocina.

  Un punto muy a favor de las residencias es los grupos que se forman. Obviamente no tiene porqué caerte bien tu compañero de habitación, pero al ser tanta gente en el mismo campus, y como normalmente también se hacen algunas actividades que otras, pues al final terminas formando un grupito con el que salir. Igualmente es más probable que dé la casualidad de que un compañero tuyo de clase esté en tu residencia antes que en tu piso (¿?). Algo muy importante respecto a la convivencia en las residencias es que muchas tienen "toque de queda", es decir, al entrar tienes que dejar el DNI y decir el nombre "del amigo que vas a visitar", y como sigas allí a las 00:00 llaman a la habitación en cuestión para que te vayas a tu casita. Esto último no sucede en todas las residencias, pero personalmente lo considero un punto muy negativo.

  Tómate un café que va a ser una entrada larga...

  En cuanto a los pisos es más difícil dar una idea general, cada uno es de su padre y de su madre, pero sí que es cierto que la mayoría no tiene salón (salvo casos muy contados, pues se suele convertir en habitación doble) y que el pago mensual es más bajo que en las residencias (aprox. >350€ compartida, >400€ individual con suerte), pero a ello le tienes que sumar gastos variables de luz e internet. La verdad es que no podría darte un orden de magnitud de lo que pago en ambas partidas, porque vienen cada bastantes meses y al dividir queda poca cantidad por cabeza.

  Otra pega de los pisos es que encontrar uno disponible es bastante más complicado que hacerse con un hueco en una residencia ¿Por qué? Pues mientras que las residencias ofrecen sus plazas dentro de un plazo determinado, de manera más o menos ordenada, y todo en el mismo portal web, para los apartamentos es todo lo contrario. Cada dueño decide cómo darle visibilidad a su piso, desde la experiencia yo os recomendaría centraros en los diferentes grupos Erasmus en Milán de Facebook, donde antes del inicio del curso los anuncios se suceden con mucha normalidad; igualmente hay webs como Kijiti, StanzaZoo, Bacheca o AgenziaUni (esta última respaldada por Ayto., universidades y demás) que también contienen muchas ofertas buenas. Una vez encontrado el piso disponible, lo que suele ocurrir es que te pidan que vayas para allá, le eches un vistazo y cierres contrato (mejor con contrato que sin)... y esto es un problemón ¿Por qué? Pues porque lo suyo es empezar a buscar piso por internet sobre junio (te aseguro que si lo haces así encontrarás chollazos) pero claro, a ver quién se ofrece a ir y volver a Milán dos meses antes de la Erasmus para asegurarse el piso... Eso fue lo que nos ocurrió a nosotros, y a medida que pasaba el verano nos iban quitando de las manos los pisos que teníamos vistos "Se lo doy al primero que venga por aquí, lo vea, y firme" nos decían todos ¡Ah, por cierto! Si eres chica lo tendrás bastante más fácil para encontrar alojamiento, pues muchos pisos son solo per ragazze.

Todo es más fácil con sangría de por medio.
  Por otra parte, en los pisos la convivencia es mucho más directa, aún mayor cuando compartes habitación. Aquí no te limpian ni te cocinan, así que más de una sesión grupal vais a tener que hacer al respecto. El tema de la limpieza lo llevamos bien aunque con desorden: al principio respetábamos un calendario anual en el que la limpieza general le tocaba cada semana a uno diferente, rotando hasta completar un ciclo cada mes. Os recomiendo ese sistema, a mí me gustaba, pero ciertamente ya ha perdido toda su autoridad, así que cada cierto tiempo no estipulado por escrito pero acordado intuitivamente vamos haciendo limpiezas. Todo es más fácil si te toca un romagnolo fanático de la limpieza, y más difícil si te toca un friulano al que limpiar le da pavor (sì, parlo di voi due).

  Viviendo en un piso es más frecuente que salgan a relucir problemas de convivencia. Ya conozco a bastante gente que se ha planteado irse (y lo ha hecho) de su piso por este tipo de problemas, y al parecer es algo bastante más general de lo que pensaba. En este aspecto he de decir que he tenido mucha suerte, la convivencia con questi due stronzzi  los dos italianos con los que vivo es muy buena; sin duda alguna serán los mejores amigos que vaya a hacer en mi estancia Erasmus ¡Ah, muy importante! Las autoridades advierten que compartir piso con italianos puede contribuir de manera muy positiva a su italiano, y ciertamente es así, si he terminado aprendiendo esta schifosa  fantástica lengua es gracias a que día a día me forzaba a hablar en italiano con los coinquilinos. Si no hubiera sido así ahora no sabría ni la mitad.

  ¡A Comer!

  Este quizá sea mi aspecto favorito de esta entrada. Si bien comer es un gozo cocinar puede ser un suplicio, pero ya verás que poquito a poco te vas haciendo, te vas acostumbrando y animando, y que al final hasta terminas buscando recetas por ahí. 

  Como buen fan de la organización que soy, al poco tiempo de llegar acordamos mi compañero de habitación y yo que íbamos a hacer la compra juntos y a cocinar de manera alternada para ambos. Para ello confeccionamos un menú semanal de comidas y cenas (Old Fashion miércoles por 1€ siempre incluido), que al final terminó siendo tan respetado como el calendario de limpieza. A pesar de que nos dijeron que con este sistema de "comprar y cocinar" no íbamos a durar mucho tiempo, ya son siete meses los que llevamos así, y la verdad es que termina siendo bastante cómodo: algunos días tienes clases por la mañana y no puedes cocinar, así que que otra persona la haya hecho ya al llegar a casa es de agradecer.

  Según decían la compra en Milán era bastante cara, pero al parecer estamos consiguiendo gastar poco en este sentido (tranquila mamá, como bien y me abrigo). Hacemos la compra aproximadamente una vez cada dos semanas, y nos gastaremos de media por cabeza unos 33€ en cada visita a Carrefour. Carrefour precisamente no es la opción más económica (Esse Lunga o Pam son más baratos), pero sí que es cierto que si tiras de Tarjeta Universitaria (descuento final del 10% en toda la compra) y Tarjeta Carrefour (2x1 y demás) terminas ahorrando bastante ¡Y podrás llevarte una olla de regalo! Bueno paremos ya que parece esto un anuncio de teletienda.

  En cuanto al cocinar... al fin y al cabo esto es Italia, así que la pasta terminará siendo tu mejor amiga. Pasta al pesto con tomates confitados al horno, alla carbonara (la de verdad, no la otra), rellena y salteada con mantequilla y salvia, con salciccia (¡que no salchicha!) y sofrito, gnocchi alla sorrentina,... son algunas recetas tan ricas como fáciles. Cuando me da por alguna otra receta italiana suelo tirar de esta web, que la verdad es que tiene platos muy ricos y bien explicados.



  El Tiempo:

  Según dicen todos el tiempo de este año ha sido anómalo, y menos mal que para bien. Al principio del primer semestre la verdad es que nos hizo muy bueno: apenas lluvia, días muy agradables y temperaturas muy suaves... Pero todo cambió al llegar noviembre: los días de lluvia empezaron a ser más (pero nada especial, la verdad), la niebla se hacía espesísima por la noche, y el frío cayó a peso plomo. Como erasmus te puedo decir que lo más pesado del frío es salir de fiesta, si no quieres quedarte pajarito en el camino tienes que abrigarte, pero si eres como yo y no te fías de ti mismo a la hora de recoger el abrigo en el guardarropa al salir... mala combinación.

  En este segundo cuatrimestre la lluvia sí que se ha dejado sentir, gran parte de febrero la hemos pasado bajo agua, y aunque ya ha llegado la primavera todavía los días no han terminado de mejorar del todo. Las temperaturas han subido, menos mal, pero al Sol le está dando pereza dejarse ver.

  Transporte:

  La red transporte de Milán es envidiable, si a un rincón no llega el metro ya lo hará el bus, el trolebús o el tranvía. Tal y como recomendé en una de las primeras entradas, lo mejor que podéis hacer es pasar por una de las oficinas que se encuentran en las estaciones más frecuentadas (Centrale, por ejemplo) Codice Fiscale y foto en mano (para el tema de papeleo echad un vistazo a la entrada Arrivato!) y os saquéis la tarjeta under-26. Con ella tendréis acceso a abonos universales muy baratos: todos los transportes con uso ilimato durante un mes 22€, tirado.

  No seré yo el que fomente la desobediencia civil, peeeeeeero ciertamente para subir al bus no hace falta pasar la tarjeta, ni tampoco para el tranvía, así que si algún mes no vas a coger poco el transporte y no quieres echar a perder 22€, no suele pasar nada si no renuevas el abono en ese mes. Eso sí, una vez cada tres eclipses lunares los revisores se ponen a pedir los billetes, lo cual supone una multa de aprox. 30€ ¡Eso ya lo valoras tú!


  Telefonía:

  Otro tema muy importante. Te recomiendo resolver este aspecto cuanto antes puedas, el mismo día si es posible, y con más premura todavía si no tienes alojamiento fijo para cuando llegues ¿Por qué? Pues porque hoy día sin internet estamos más perdidos que un cura despistao durante fin de año en Sol. Las opciones a considerar son varias: Wind, Tim, 3 (peor red que las anteriores), Vodafone... la mayoría te ofrecen planes (algunos con permanencia) de aprox. >12€ cada 28 días incluyendo >1Gb (cuidado, a veces dividido en paquetes de 250Mb a la semana), sms y llamadas nacionales. En Centrale encuentras stands de todas esas tiendas, pero igualmente las hay a patadas por toda la ciudad.

  Yo al principio tenía la tarifa más barata que encontré: era con Tre y sin permanencia, e incluía por 10€ cada cuatro semanas ese 1Gb dividido en cuatro paquetes, 200 minutos y 200 sms. Tal y como os decía la red dejaba bastante que desear, pues tenía muchos puntos sin servicio, pero con tal de no pasar otra vez por todo el proceso de baja y alta, preferí quedarme con esa misma. Afortunadamente Vodafone España decidió en Navidad quitar el roaming a todas las tarifas Red (como la mía), así que a partir de entonces pude dejar a Tre de un lado y empezar a usar mi número español en toda Europa sin cargo adicional alguno. Es una pasada, tienes internet en todas partes y puedes llamar tanto a números españoles en España como a números extranjeros en el país en el que te encuentres, todo sin recargo adicional.


  Sacar Dinero:

  Hay muchos planes especiales para Erasmus, me suena que Evo lo ofrece por ejemplo, pero el que yo tengo es de Caja de Ingenieros. Ciertamente está muy bien, durante todo un año natural puedes sacar sin ningún tipo de recargo en cualquier cajero de cualquier país (ya sea en € u otra moneda), sin tener que ser donde estás haciendo el Erasmus. Merece mucho más la pena uno de estos planes que abrirse una cuenta en Italia.

  ESN:

Formulario típico de la ESN
  Este va a ser tu amigo para salir de fiesta y viajar. Es la organización estudiantil Erasmus, y con su tarjeta (5€, la puedes sacar en sus oficinas de Leonardo y Bovisa) puedes ir cada día de la semana a una discoteca diferente con 2 copas por 10€. Organizan viajes geniales a lo largo de todo el año (Roma, Budapest, Oktoberfest, Praga, Evento Nazionale,...), eventos de todo tipo cada semana (Karaoke, bolera, tandem, torneo de beerpong, visitas a museos, city tour,...) y muchas cosas más, así que no vas a tener tiempo de aburrirte con ellos.

  Muy importante, para poder ir a la mayoría de los viajes hay que rellenar un formulario online que publican previamente en su Facebook (ESN Polimi en este caso), y las plazas vuelan literalmente. Si de verdad quieres ir al viaje estate unos minutos antes refrescando la web hasta que se desbloquee y puedas enviarlo (si tardas algún minutejo te sueles quedar fuera o en lista de reserva...).

  En resumidas cuentas, que durante la Welcome Week te acerques a la oficina y te saques la tarjeta.


  Politecnico di Milano:

  No, no te van a pasar la mano por ser Erasmus. En todas las asignaturas que he tenido aquí, sean en inglés o italiano, me han tratado exactamente como cualquier otro estudiante italiano. No te preocupes, tampoco es para tanto, creo que al final he terminado trabajando menos que en Sevilla (las hay menos clases, hay que echar más tiempo en casa) y ha salido bien el semestre ¡No hay nada que no se saque con un poco de trabajo diario (y mucho el día antes del examen)!


  Creo que no me dejo nada en el tintero. Espero que os haya servido para haceros una idea general sobre qué os podéis esperar aquí en Milán. Y ya sabéis, para el día a día y el resto de la experiencia... #EnMilanNoHayBravas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario